Aquí se convierten en post algunas inquietudes, búsquedas y hallazgos, interrogantes, ratos dedicados a la formación, etc. Son vitaminas de buen ánimo.
Mi deseo es formar un pequeño equipo, ser equipo con unas cuantas personas. Lo he logrado ya, de alguna forma, porque cuento con buenos compañeros de viaje, proveedores. Cuando escribí esto por primera vez, eran infalibles. Ahora que actualizo el post, lo hago con la mala experiencia de que uno me haya fallado; no me ha dado la calidad que le caracterizaba, ¡dejó de crecer!
Pensamos en el hoy, yo pienso en el hoy, el hoy que estreno ahora, soy novata en vivir el hoy, con la fortaleza de alguna experiencia, pero ¡todos somos novatos!, novatos bisoños o novatos veteranos. Las buenas ideas y actitudes están en todos.
Y además pensamos en el futuro. «¡Si hubiéramos visto lo que se nos venía encima!», me decía derrotada una socia de una cooperativa panificadora que había vivido esplendorosamente durante años, como empresa líder del sector local y provincial. «No supimos ver que venía el pan precocinado, congelado, que puede almacenarse durante tiempo y tiempo». ¡Nada es para siempre!
Pensemos también en la transformación digital, la industria 4.0 que nace sobre una gran destrucción del pasado, inmediato y lejano, empleos, empresas, sectores enteros. Pienso en la edición, un sector que me toca de cerca y ya no existirá como hasta hace poco; ahora, por ejemplo, el autor va directamente a la tienda a colocar su libro, a la librería del barrio o a Amazon, o crea la tienda, como Jack Ma ha creado Alibaba; o la habitual exigencia de cofinanciación se transformará en una versión más de la autoedición. ¿Cuántas editoriales quedarán con el formato del pasado? ¿Cómo será el editor agitador cultural del futuro?
La formación adecuada para el desarrollo de proyectos, para idearlos y conducirlos, ayuda a vivir con esto de que nada es para siempre. Y los temas relacionados tienen su espacio en el blog y espero que encuentres alguna chispa o hasta una llave e arranque en toda regla en alguna de las referencias compartidas, un material informativo y formativo para que tus sueños y proyectos, y los míos, no se queden tirados en el camino.
¡Buen viaje con nuestra mochila de referencias (lecturas, experiencias...)! Ya verás que, además de equipaje, sirven de combustible e incluso de vehículo.
La imagen que acompaña el post es obra del pintor Yoshiro Tachibana, que ha vivido 28 años en su Japón natal, en la ciudad de Kobe, y 47 en Muxía, en España, donde se le llamaba «Nino» y él decía ser allí un «emigrante espiritual».
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